Si por algo destaca Toledo y es una de las ciudades con más tradición en España, es por la enorme Historia que sus calles desprenden. Durante muchos siglos, Toledo ha sido uno de los lugares referentes de la península y por sus calles llenas de curvas y magia, han convivido las tres culturas:
musulmanes, judíos y cristianos. El propio emperador Carlos I llegó a catalogar a Toledo como la ciudad imperial, y hoy en día todavía es posible encontrar esta ciudad importantes focos de estas culturas.

Ciudad Patrimonio de la Humanidad

No cabe duda destacar que Toledo es una de las ciudades más importantes de la geografía española, que cuenta con más de un centenar de monumentos declarados BIC (Bien de Interés Cultural), y en buena parte ha sido por la importancia estratégica de su ubicación pero también por la confluencia de musulmanes, judíos y cristianos. En 1986 la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y aun conserva la magia de su esencia medieval, en una época en la que la convivencia entre distintos grupos de fe era posible.

Para poder construir ese legado, Toledo ha pasado por distintos grupos a lo largo de su historia. Uno de sus primeros momentos álgidos se vivió con los visigodos, quienes ocuparon estas tierras allá por los siglos VI y VII principalmente. Fue justo antes de la invasión musulmana, la primera
muestra de esta cultura que se empezó a fraguar en el comienzo del siglo VIII. Los musulmanes estuvieron prácticamente tres siglos en Toledo, hasta que fue reconquistada por Alfonso VI en el año 1085, quien estableció una orden para respetar todas las religiones. Este es el punto del por qué de la convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos. De hecho, en los siglos posteriores (XII y XIII) Toledo se convierte en un gran foco cultural de Traductores dentro de Europa, gracias entre otros al rey Alfonso X el Sabio. Las traducciones de una lengua a otra hicieron que Toledo se
situara dentro de una de las ciudades con más actividad intelectual en el viejo continente.

Esta buena convivencia fue tal hasta final del siglo XV, cuando todo se desmorona. De hecho,
puede decirse que hasta el año 1492, cuando los Reyes Católicos lanzaron un Edicto (una orden)
para expulsar a los judíos de la península u obligarlos a la conversión, esta comunidad gozaba de
prestigio en Toledo, lugar en el que tenían un importante centro tanto espiritual como
administrativo.

Puede decirse que Toledo nunca llegó a fragmentarse en cuanto a religiones se refiere, aunque sí es
cierto que hay determinados lugares en los que puede apreciarse una mayor presencia de las
distintas culturas.

Por un lado, la estructura de la ciudad denota esa esencia entrelazada de las calles árabes, aunque
apenas queden mezquitas de la época. Eso sí, bien es cierto que el arte mudéjar está bien presente en
la arquitectura de Toledo.

Uno de los lugares más característicos de la cultura musulmana en Toledo es la mezquita del Cristo
de la Luz. Es la mezquita mejor conservada de Toledo, y data del siglo X.

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